Los electrodomésticos de nuestras viviendas suponen una proporción importante del consumo de energía de nuestro hogar. En algunos casos, como el frigorífico o el congelador, su consumo se produce durante 24 horas al día y 365 días al año, por lo que a pesar de presentar consumos instantáneos bajos su consumo global es muy relevante. Al contrario, electrodomésticos como el aire acondicionado, la lavadora o el horno microondas tienen un tiempo de funcionamiento bajos, pero la energía que requieren para funcionar es muy elevada.
El avance tecnológico que se ha producido durante los últimos años en cuanto a mejora de la eficiencia energética de los electrodomésticos hace que la adquisición de uno más moderno suponga importantes ahorros económicos, amortizándose la renovación durante su vida útil. No es de extrañar, por tanto, que la etiqueta energética de electrodomésticos haya tenido un gran éxito entre los usuarios, aportando información clave a considerar a la hora de adquirir un nuevo aparato:
Imagen: etiqueta energética de electrodomésticos
Información de la etiqueta energética:
- Nombre de proveedor, y modelo. En la parte superior de la etiqueta se indica el modelo correspondiente y la marca.
- Clases energéticas. De la A+++ a la D, siendo las categorías A+++ y A++ las más eficientes; las A+ y A las de consumo modera y las B, C y D las de mayor consumo energético.
- Consumo de energía anual. Aproximación de la cantidad que necesita el electrodoméstico para dar servicio durante el periodo de un año en kWh.
- Información adicional. En formato de pictograma se indica información adicional, como la capacidad del electrodoméstico o el ruido que emite.
Otros aspectos a considerar en los electrodomésticos son:
- Tamaño y carga. A mayor tamaño mayor consumo tendrá el electrodoméstico. Es importante adquirir aparatos correctamente dimensionados a las necesidades de un hogar para no gastar energía de modo innecesario.
- Programas Eco y de ahorro energético. Los programas de ahorro energético optimizan el uso de energía en el electrodoméstico, si bien suelen requerir programas más largos de uso. Hay que diferenciarlos de los programas "Eco Time" o similares, que reducen el tiempo del programa a cambio de mayores consumos energéticos, realizando el efecto contrario.
- Clase Climática. Existen 4 clases climáticas para los frigoríficos, siendo necesario que estos se encuentren en un ambiente a la temperatura recomendada para funcionar de modo óptimo. Las categorías son: SN (10ºC a 32ºC), N (16ºC a 32ºC), ST (18ºC a 38ºC) y T (18ºC a 43ºC). Lo habitual en España es adquirir de clase N, si bien en las zonas más calurosas puede resultar más conveniente la clase ST.
- Selector de temperatura. Los frigoríficos suelen incluir un selector de temperatura o potencia de enfriado. Es importante mantener la temperatura interior de la nevera a 5ºC y del congelador a -18ºC. Temperaturas menores o mayores pueden perjudicar la conservación de los alimentos.
- Modelos "No Frost". La acumulación de hielo y escarcha perjudica el enfriado de los alimentos, ya que funciona como "aislante" entre las paredes del congelador y los alimentos, del mismo modo que haría un iglú. Los modelos no frost impiden la acumulación de hielo en las paredes.