“No podemos educar como si nada estuviese pasando” Luís González Reyes, responsable de Educación Ecosocial de FUHEM
“Aprendemos mucho más en entornos diversos que en homogéneos” asegura Luís González Reyes
“No podemos educar como si nada estuviese pasando” Luís González Reyes, responsable de Educación Ecosocial de FUHEM
“Aprendemos mucho más en entornos diversos que en homogéneos” asegura Luís González Reyes
En el marco del Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), se llevó a cabo una charla clave sobre el futuro del reporting de sostenibilidad y la integración de la doble materialidad en el ámbito empresarial. Los ponentes, María Dolores Urrea Sandoval, Jorge Barbero Roucet y otros expertos, analizaron cómo las nuevas normativas europeas están transformando el panorama de la sostenibilidad corporativa.
Es evidente que el sistema económico y social actual está sobrepasando los límites de carga del Medio Ambiente, además de generar una fuerte desigualdad social y económica entre las personas. Por ello, es necesario realizar transiciones justas a modelos mejores y más eficientes de organización económica, social y productiva. Hablamos de transiciones, en plural, porque es necesario cambiar en muchos ámbitos distintos, cada uno con sus necesidades y casuísticas. También hablamos de ellas como justas porque es necesario cambiar, pero no a cualquier precio ni a toda costa. Debe ser un cambio integral, que incluya a todas las personas, así como al medio ambiente, de forma justa y equitativa, y evitar que crezcan esas brechas de desigualdad que existen actualmente a la hora de realizar estas transiciones. Brechas como la de género, clase o las diferencias entre el ámbito rural y el urbano deben ser incluidas en la ecuación para ello.
En una jornada dedicada a la economía circular, expertos y empresas se reunieron para analizar el impacto de nuestras prácticas actuales de consumo y explorar soluciones innovadoras. Desde barreras culturales hasta proyectos transformadores, el evento dejó claro que el cambio hacia un modelo sostenible requiere un esfuerzo conjunto y visionario.
La economía circular es más que un concepto, es una respuesta urgente a la triple crisis planetaria que enfrentamos: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación global. En el marco de este desafío, la jornada comenzó con Daniel Martín-Montalvo Álvarez, de la Agencia Europea de Medio Ambiente, quien explicó cómo la circularidad busca cerrar ciclos de materiales y promover la innovación. Sin embargo, la realidad muestra que la Economía Circular aún no se está implementando de manera efectiva. Daniel Arribas González destaca la importancia de centrarse en la reparabilidad y durabilidad de los productos, señalando que los próximos reglamentos priorizarán al consumidor.
Si la Educación Ambiental siempre ha sido necesaria, su papel se hace especialmente relevante en el contexto actual de crisis climática. Sin embargo, ¿estamos viendo un progreso?, ¿cómo podemos mejorar?, ¿hacia qué sector de la sociedad deberíamos enfocar nuestros esfuerzos? Todas estas preguntas son necesarias para garantizar que nuestros proyectos van por el buen camino.
Proyectos relacionados con la sostenibilidad y la economía circular en la industria protagonizaron esta sesión moderada por Manuel Santamaría Paniagua de QUERO automation, empresa con vocación circular al poner a disposición equipos y piezas remanufacturados y descatalogados para procesos de automatización.
¿Qué herramientas se pueden utilizar para conseguir una comunicación eficiente? Esta sesión se desarrolla en torno a tres mesas para responder esta pregunta.
Hace una década la Unión Europea quiso empezar a implantar la economía circular, un modelo de sostenibilidad y eficiencia en el uso de recursos. Sin embargo, en España los avances van más atrasados en comparación a otros países de la UE. Se proponen variedad de leyes y propuestas de cambio. Sin embargo, el problema no se concreta y no se avanza. La falta de educación, la resistencia empresarial, los obstáculos financieros y las dificultades en el diseño de productos sostenibles son una lista de dificultades que todavía hay que atajar, algo que se está consiguiendo actualmente con la Ley de Residuos y una concienciación pública y acompañamiento a pequeñas y medianas empresas (pymes).
En esta sesión técnica tuvo lugar la presentación de diversos puntos de vista acerca del origen de los tóxicos, reglamentos, etiquetado de productos químicos y responsabilidad de uso. L. A. Hernández hizo referencia a la gravedad y la importancia del problema que generan los tóxicos libres en el entorno. Mientras que Íñigo Pérez-Baroja, decano-presidente del Colegio Oficial de Químicos de Madrid recordó que la química, a pesar de poder llegar a ser perjudicial, es la base del 94% de los sectores productivos (según I. Belinchón).
A nadie le gusta la inestabilidad legislativa. Las demoras y los daños ambientales ya cometidos nos empujan a renovar nuestra visión sobre la jurisprudencia en materia de declaración de impactos. Los objetos de litigio hoy (macrorrenovables, greenwashing) fuerzan una nueva manera de obrar en la judicatura, en la que la ciencia tiene que tener una voz proporcional a la magnitud de la crisis climática. El litigio ambiental es la última vía que tomamos tras la capacitación ambiental de jueces y magistrados, de mediación y de acuerdos entre las partes. Tampoco es una derrota, sino un ejercicio de voluntad y un potencial avance social.
Entonces, ¿hemos llegado a una madurez normativa? Nuestros expertos opinan que sí, las empresas cumplen con la CSRD, certifican EMAS, evalúan con indicadores el impacto potencial… pero sigue existiendo una sobre-litigación de carácter competencial o ideológico. Esto no se debe permitir, la denuncia no puede ser un método para sacar titulares. Es imperdonable que medidas de gran impacto para nuestra salud y derecho al medio ambiente sufran retrasos o mutilaciones por la forma jurídica o de la justificación económica. Para revertir esta situación, las técnicas de la judicatura deben tener la autonomía y transparencia para no caer en demandas burdas y clónicas.
En un contexto de degradación de la biodiversidad, de ciclos biogeoquímicos desbordados, de contaminación acústica, de compuestos nocivos en nuestro aire y microplásticos en nuestros cuerpos, nuestra mirada tiende irremediablemente a las generaciones futuras. Existe la personalidad jurídica para una empresa, un barco, un espacio natural, ¡viva el Mar Menor!; pero los que están por nacer ven mermados sus derechos incluso antes de llegar al mundo. No podemos defender los Derechos Humanos del presente mientras se hipotecan los del futuro.
La ciencia es clara, y está en la mano de todos los agentes tejer las redes de comunicación que permitan a las administraciones ser eficientes, a las vecinas a disfrutar de su calidad de vida, a los empresarios de obtener su legítimo beneficio y al medio ambiente a simplemente existir sin ser mancillado. Existen herramientas al alcance de todos, mapas de zonas inundables, informes europeos sobre el clima, seis informes del IPCC… Si no se actúa es porque no se quiere. Es verdad que no existen acuerdos internacionales vinculantes, pero dependemos altamente unos de los otros, ni las nubes de contaminación ni las aguas eutrofizadas entienden de fronteras. Para situarnos en el mejor futuro posible, todos nuestros expertos vuelven a coincidir, las empresas deben ser responsables, humildes y precavidas. Así evitaremos las denuncias por greenwashing, procesos judiciales innecesarios y daños ambientales.
La vida avanza más rápido que el derecho, y a ello hay que sumarle la dificultad de traducir en lenguaje legal toda la ciencia. Necesitamos policías, jueces, fiscales… especializados en materia ambiental a lo largo de todo el planeta. En España, por ejemplo, tenemos los servicios del Seprona, pero aún nos falta entender como sociedad que todo lo que comemos, respiramos, vivimos, todo depende del medio ambiente.
Moriremos (o no) por una causa medioambiental. Ya tenemos la conciencia y las leyes. Actuemos a la altura de la humanidad.
Rubén Cid Hernández
02/12/2024
La sesión ha arrancado con la mesa: “Ética ambiental en los códigos deontológicos”, presentada por Victoria Ortega Benito, de Unión Profesional.
“CONAMA nos da la oportunidad para poder sacar conclusiones del medio ambiente en el medio profesional”; “el daño nos rodea eventualmente, no puede ser ignorado”, con estas dos frases Victoria nos hace ser conscientes de la importancia del medio ambiente en los entornos profesionales, proponiendo un cambio con la participación de todos los sectores, incluyendo la coordinación colegial.
Las profesiones trabajan por la defensa de la ética, la dignidad humana, es aquí donde se abre el debate de la Excelencia Ambiental.
Victoria hace un gran hincapié en que hay que ir más allá de la reflexión y del debate, “HAY QUE ACTUAR”.