La contaminación por plásticos es uno de los principales retos medioambientales del siglo XXI. De los 220 millones de toneladas de plástico que se producen al año, según datos de 2016, 11 millones de toneladas terminan en los océanos.

La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) coordina desde 2016 un Grupo de Trabajo sobre Basuras Marinas, formado por más de 50 entidades, en el marco de los Congresos Nacionales de Medio Ambiente (Conama) que desarrolla la Fundación Conama.

En el informe de Conama ‘Basuras marinas. El papel de la ciencia y la innovación’ publicado en 2022, se han identificado 63 proyectos que trabajan diferentes áreas relacionadas con el estudio de las basuras marinas en España. El objetivo de este informe es darlos a conocer y contemplar en qué áreas se desarrollan más proyectos y en qué áreas cabe incrementar la inversión en investigación e innovación.

La pobreza energética es un grave problema que está a la orden del día debido al gran incremento en el precio de la energía que estamos viviendo durante los últimos meses. Sin embargo, la pobreza energética lleva existiendo desde hace años y son muchas las familias perjudicadas desde entonces. 

Para mitigar la pobreza energética en los hogares que la sufren, medidas como el aumento de la eficiencia energética de la vivienda, llevar a cabo buenos hábitos de consumo o beneficiarse de ayudas, como por ejemplo, el Bono Social, son acciones que ayudan a disminuir la situación de vulnerabilidad energética en el hogar. Sin embargo, en muchas ocasiones, las personas que sufren pobreza energética no conocen las acciones que pueden llevar a cabo para solucionar el problema o incluso desconocen que la padecen. 

Equipo de ACA atendiendo a ciudadanos de Getafe 

Según la Comisión Europea, "la pobreza energética es un problema generalizado en toda Europa, ya que entre 50 y 125 millones de personas no pueden permitirse un confort térmico interior adecuado". 

La energía juega un papel esencial en la vida de las personas. Sin embargo, podemos afirmar, a través de la investigación y la atención directa, que las mujeres somos más propensas a experimentar o padecer pobreza energética. Además, recientemente se ha reconocido que la política energética no es neutral en cuanto al género.  

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