En lo que llevamos de verano, a estas alturas nos encontramos ante los efectos de la tercera ola de calor de 2022 en España. Las previsiones presentadas para este verano ya lo caracterizaban como “más seco y caluroso de lo habitual”, trayendo los consiguientes impactos que implica, tanto para el medio ambiente, como para nuestra salud.
El verano se está prolongando entre cinco y seis semanas más que en los años 80, lo que a su vez provoca olas de calor cada vez más tempranas, de mayor duración y con una mayor frecuencia.
Una ola de calor implica episodios con temperaturas más altas de lo normal en una gran parte del territorio. Teniendo en cuenta distintos umbrales, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) define una ola de calor como: un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10 % de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95 % de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.
Mortandad durante las olas de calor
Entre las peores consecuencias que trae una ola de calor, siguen aumentando las cifras de muertes asociadas a las altas temperaturas. La primera ola de calor que tuvo lugar entre el 12 y el 17 de junio en España, causó 714 fallecimientos en nuestro país, según los registros del sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III, que cruza datos el registro civil, la AEMET y el Instituto Nacional de Estadística. A esta cifra se suman 2.124 muertes más asociadas al calor intenso, ocurridas en el mes de julio, coincidiendo con la segunda ola de calor de este verano.
Los más afectados por las altas temperaturas son, en todo momento, las personas mayores de 75 años, sobre todo los de 85 en adelante. Sin embargo, el calor también influye sobre la población activa, que está más expuesta a temperaturas elevadas durante la jornada laboral. Lamentablemente, a día de hoy también hemos conocido más de un caso de fallecimiento por golpe de calor durante la jornada laboral.
Evolución del aumento de temperaturas en España
Desde 1975, se registran en nuestro país temperaturas cada vez más elevadas y estas conllevan, al menos, entre 1.200 y 1.300 muertes anuales. Recordamos, por ejemplo, los episodios críticos vividos en 2003, con una temperatura media a nivel nacional de 23,6ºC, tras los que en 15 días murieron 6.600 personas en España y unas 70.000 en toda Europa.
Gráfico comparativo de olas de calor en España desde 1975. Fuente: AEMET
El episodio de 2003 impulsó que, al año siguiente, el Ministerio de Sanidad por primera vez presentase el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Altas Temperaturas, una respuesta similar a la que se acogieron las autoridades de otros países europeos. Este plan tiene como objetivo reducir el impacto de las temperaturas excesivas sobre la salud de la población y desde entonces se activa cada verano, entre junio y septiembre.
Tras la ola de calor de 2003, el siguiente episodio más recordado tuvo lugar en 2015, con dos olas de calor que dejaron 29 días de calor intenso entre junio y julio, siendo el más largo registrado hasta ahora. Y, posteriormente, y con cifras similares, 2017 nos dejó cinco olas de calor, que ocuparon un total de 25 días de altas temperaturas.
Los efectos de las altas temperaturas en zonas urbanas
Las zonas urbanas son más vulnerables al calor extremo que los de las zonas rurales debido al fenómeno “isla de calor" que se produce principalmente en el corazón de las grandes ciudades. Este fenómeno consiste en la acumulación de calor debida a la gran cantidad de hormigón y otros materiales absorbentes de calor, que dificulta que este se disipe durante las horas nocturnas, un efecto común en áreas no urbanas.
Por este motivo, se insiste en la importancia de crear espacios verdes en las zonas urbanas. Esta acción forma parte de una Solución Basada en la Naturaleza (SBN), que aprovecha el poder de la naturaleza para abordar algunos de los problemas ambientales existentes.
Imagen Isla de calor. Fuente: CIÈNCIES SOCIALS 1B: TEMA 8: ELS PROBLEMES MEDIOAMBIENTALS
Pobreza energética en situaciones de calor extremo
Con la llegada de temperaturas extremas, en este caso de calor, aumentan las situaciones de vulnerabilidad energética. Los elevados precios de la electricidad, la pérdida de poder adquisitivo en los hogares o el encarecimiento de la vida en general, llevan a que cada vez más familias se resistan a encender aparatos como el aire acondicionado, ante el miedo por la dificultad de hacer frente al pago de las facturas.
En este contexto, proyectos como EPIU Getafe Hogares Saludables, en el que participamos, llevan a cabo iniciativas urbanas innovadoras con el fin de identificar situaciones de pobreza energética y aplicar soluciones a medida.
Desde este proyecto, aprovecharemos el mes de agosto para lanzar una serie de consejos en formato visual, tanto infografías como GIFS, para que toda la población que nos sigue a diario disponga de sencillos trucos para que sea un poco más sencillo hacer frente a este calor continuo. ¡No te las pierdas en nuestros perfiles de Twitter, Facebook, LinkedIn e Instagram!
Este proyecto está cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través de la Iniciativa de Acciones Innovadoras Urbanas.
El contenido de esta publicación refleja únicamente el punto de vista de los autores y, en consecuencia, no representa en ningún caso la opinión oficial de los órganos de gestión del Programa.
Fecha de publicación: 08/08/2022