Tras una década trabajando en la lucha, prevención, análisis y solución de la pobreza energética, cuatro estudios publicados, que apoyan la reivindicación de la extrema necesidad de ponernos al mismo nivel de algunos de nuestros vecinos europeos e implantar en España una Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética, hoy podemos asegurar que, finalmente, esta herramienta ya es una realidad. Este mecanismo nace en un momento crucial, pues según apunta nuestro último estudio, existen más de 4 millones de personas que conviven con este problema dentro del territorio español.
El pasado viernes, 5 de abril, El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, aprobó la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, la cual recoge por primera vez una definición oficial sobre la pobreza energética:
“La pobreza energética es la situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía como consecuencia de un nivel de ingresos insuficiente y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía”
Esta definición manifiesta que este problema está enmarcado en una multiplicidad de realidades que van desde la incapacidad de mantener una temperatura adecuada en el hogar a un gasto energético desproporcionado en relación con el nivel de ingresos.
Además, se establece como objetivo para 2025 la reducción de la pobreza energética en un 50% y como mínimo en una disminución del 25%.
Dadas las diferentes casuísticas que podemos encontrar, es clave analizar y realizar un seguimiento adecuado de las diversas tipologías de pobreza energética. Este es el motivo por el que el texto de la Estrategia adopta los cuatro indicadores primarios oficiales que utilizamos en nuestros estudios y que se originaron en el Observatorio Europeo contra la Pobreza Energética (entidad a la que ACA pertenece): (1) gasto desproporcionado, (2) pobreza energética escondida, (3) incapacidad por mantener la vivienda a una temperatura adecuada y (4) retraso en el pago de las facturas.
Además, la Estrategia establece 4 ejes de actuación:
Eje 1: Mejorar el reconocimiento de la pobreza energética.
Eje 2: Mejorar la respuesta frente a la situación actual de pobreza energética.
Eje 3: Crear un cambio estructural para la reducción de la pobreza energética.
Eje 4: Medida de protección a los consumidores y concienciación social.
Desde ACA, estuvimos muy pendientes del nacimiento de esta nueva herramienta, participando en el periodo de consulta pública y aportando el conocimiento obtenido a lo largo de estos años de experiencia. A partir de ahora y con el desarrollo de la Estrategia, esperamos que se consiga reducir la incidencia de la pobreza energética en España.
Por nuestra parte seguiremos trabajando, realizando nuevos estudios, formando a particulares y trabajadores, participando en diferentes jornadas y actuando directamente en los hogares, con el objetivo de luchar contra la vulnerabilidad energética y hacerla visible.