Durante cuatro meses hemos estado trabajando en el Proyecto “Servicio Voluntario de acompañamiento personalizado sobre el consumo energético doméstico”, que desarrollamos junto con el departamento de Salud Pública y Consumo de Castilla-La Mancha, en el que ha estado inmersos 10 hogares de Castilla-La Mancha.
Estos 10 hogares dentro de las diferentes provincias de Castilla-La Mancha han sido pilotados por el programa de asesoramiento demostrativo que permitió analizar la efectividad de una serie de medidas para reducir los efectos de las épocas de frío y calor y la pobreza energética y demostrar in situ, mediante datos sencillos y herramientas muy visuales, cómo sus hábitos y gestión del hogar, influyen tanto en su confort como en su economía doméstica. Para ello se registraron los resultados mediante sensores de temperatura, humedad y consumo de energía.
Los hogares fueron seleccionados entre muchos con el apoyo de los Servicios Sociales, de ACCEM y entidades que tienen por objetivo la defensa de los derechos fundamentales, la atención y el acompañamiento a las personas que se encuentran en situación o riesgo de exclusión social.
Aunque cada una de las viviendas seleccionadas presentaba particularidades que las diferencian del resto, todas ellas tenían características comunes, como el hecho de encontrarse en un elevado grado de vulnerabilidad energética por su situación de renta e ingresos y por habitar en viviendas en régimen de alquiler y caracterizadas por un deficiente aislamiento.