Biodiversidad

La biodiversidad es uno de los aspectos clave para la supervivencia de la humanidad en el futuro. Los hábitos de consumo y explotación de recursos, sobre todo en los países más ricos, han generado impactos sobre nuestro planeta que están alterando muchas de las funciones que nos proporciona la biodiversidad. No sólo son importantes las extinciones de especies o la pérdida de ecosistemas, vitales para el funcionamiento de la vida en el planeta. En muchos lugares, los servicios ecosistémicos que proporciona la biodiversidad están siendo alterados profundamente: ciudades con una baja calidad ambiental, incapaces de compensar las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, disminución de las poblaciones de ciertas especies, como la abeja, lo que dificulta la polinización de cultivos o contaminación de ríos y acuíferos, que limitan el suministro de agua potable en muchos territorios. Son muchos los ejemplos en los que la biodiversidad no es capaz de depurar completamente los contaminantes del aire ni de suministrar suficiente agua en buen estado. De igual forma, la producción de alimentos es cada vez más escasa, se está mermando la capacidad de nuestro planeta para suministrar gran cantidad de servicios ambientales, como venía haciendo desde siempre.

 

Existen numerosos compromisos a nivel internacional (firma del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica), legislación europea y nacional (Directiva Hábitats (92/43/CEE), Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad), iniciativas de las administraciones locales (Red de Gobiernos Locales +Biodiversidad) o herramientas de gestión y protección de espacios protegidos (Espacios Naturales Protegidos, Espacios protegidos Red Natura 2000, Áreas protegidas por instrumentos internacionales). A ello se suma el trabajo realizado por ONGs, fundaciones y entidades de conservación, la realización de campañas de comunicación o la implicación cada vez mayor de algunas empresas en la conservación de la biodiversidad.

 

 Sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos que se está realizando desde hace décadas para su conservación, son muchas las voces que indican que no se logrará frenar la pérdida de biodiversidad para 2020, tal como se establece en la Estrategia de biodiversidad de la UE para 2020, por lo que desde ACA se considera necesario lograr un mayor apoyo e implicación de la ciudadanía y actuar para reducir las principales amenazas que sufre la biodiversidad, como son el cambio climático, la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación o la dispersión de especies exóticas invasoras, entre otros.

 

 

El cambio climático se está convirtiendo en el mayor reto que la humanidad debe afrontar a corto y medio plazo. Son múltiples los esfuerzos de nuestra organización por lograr una transición energética justa que ataje los efectos del cambio climático sobre la fauna y los ecosistemas. Desde ACA se considera fundamental apoyar y divulgar las investigaciones que se realizan sobre el cambio climático, sus consecuencias en la biodiversidad y sobre la salud de las personas, así como promover diferentes soluciones para su prevención, mitigación y adaptación.

 

 

La pérdida de hábitats adecuados para la fauna y flora es cada vez más patente. La conservación de la biodiversidad basada en islas o en territorios con una elevada protección, no garantiza su conservación a largo plazo, por lo que es necesario mantener la conectividad entre estos territorios con altos niveles de protección y promover la implantación de una infraestructura verde funcional, que garantice la estabilidad global de los ecosistemas. La adecuada gestión y protección de la Red Natura2000, la promoción de una agricultura más verde o la apuesta por la naturalización de los espacios urbanos son actuaciones clave para mantener un funcionamiento adecuado de la biodiversidad. 

 

 

La contaminación y sobreexplotación de recursos son problemas cada vez mayores, que en muchos casos se retroalimentan entre sí. La proliferación de bienes de consumo de usar y tirar hace necesario aplicar los principios de economía circular y optimizar los sistemas de separación y reciclaje de residuos, para evitar que lleguen al medio natural, convirtiéndose en muchos casos en basuras marinas. Sin embargo, no debemos olvidar que la mejor opción es evitar generar residuos, por lo que la ciudadanía tiene una gran responsabilidad a la hora de elegir qué productos consume.

 

 

En esa línea, la producción de alimentos se ha constituido como una industria de gran importancia en nuestro país, con gran capacidad de generación de empleo y riqueza. Las externalidades que generan deben ser minimizadas y avanzar en el desarrollo de una agricultura eficiente a la vez que saludable para la ciudadanía y la biodiversidad. En este proceso de intensificación, se debe dejar atrás una parte importante del sector agrario, que trabaja con manejos basados en técnicas tradicionales y que constituyen una actividad clave en la conservación de ecosistemas agrosilvopastorales, de gran extensión en España, con amplios beneficios para la biodiversidad y de gran importancia para mantener un medio rural vivo. La custodia del territorio es una herramienta que permite promover y apoyar este tipo de actividades y garantizar, en muchos casos, la conservación de los ecosistemas agrarios.

 

 

Las especies exóticas aparecen con frecuencia en la naturaleza. Algunas de ellas son invasoras y ocasionan importantes alteraciones en la dinámica de los ecosistemas donde se implanta, pudiendo afectar a la salud de las personas, como es el caso del mosquito tigre. Desde ACA se considera fundamental apoyar a las administraciones en su responsabilidad de identificar, controlar y erradicar, si fuese necesario, este tipo de organismos, tan perjudiciales para la fauna y flora autóctonas. ACA es consciente de la importancia de la labor de la ciudadanía, que puede colaborar mediante iniciativas de ciencia ciudadana, apoyando las labores de seguimiento e identificación de las más comunes y evitando contribuir a la dispersión de estos organismos, ya sea desinfectando los materiales que utiliza en ecosistemas acuáticos, como evitando abandonar estas especies en el medio natural.

 

 

Por otro lado, es fundamental estudiar los beneficios que aporta la biodiversidad a la sociedad, en especial, su contribución a la salud de las personas. Entre las iniciativas que buscan poner en valor la biodiversidad, se han desarrollado diversas actuaciones relacionadas con el “capital natural”, que establecen el valor económico de diversos aspectos relacionados con los servicios ecosistémicos y la biodiversidad. Iniciativas como esta pueden contribuir a divulgar la importancia de la biodiversidad en la sociedad y ayudar a empresas a incorporar la biodiversidad en los procesos de gestión empresarial.

 

Sin embargo estos avances deben ir acompañados de una apuesta clara y enérgica de la sociedad por la conservación de la biodiversidad, no solo a nivel individual sino desde el mundo empresarial. La implicación de la ciudadanía en la conservación de la biodiversidad puede ser clave, no sólo por su capacidad para presionar sobre las administraciones, sino por su energía para desarrollar iniciativas de voluntariado o ciencia ciudadana que pueden contribuir a cambiar el mundo. En este contexto de gran conectividad entre personas, el mundo empresarial no se puede quedar atrás y tiene la oportunidad de acompañar y potenciar ese cambio, produciendo de forma más sostenible y apoyando claramente la conservación de la biodiversidad. 

 

Dentro de las líneas de trabajo desarrolladas por ACA en biodiversidad, destacan las iniciativas y proyectos de:

  Infraestructuras verdes y conectividad.
  Capital natural y herramientas de conservación de la naturaleza como custodia del territorio, bancos de hábitat, pago por servicios ambientales, etc.
  Desarrollo rural y uso racional de los recursos que nos proporciona la biodiversidad.
  Implicación de las empresas en la conservación de la biodiversidad.
  Fomento de la participación ciudadana en la conservación de la biodiversidad, a través de iniciativas de voluntariado, responsabilidad social corporativa, ciencia ciudadana o custodia del territorio.

 

En este sentido la Asociación de Ciencias Ambientales, dedica parte de su actividad a analizar, conservar, investigar, desarrollar proyectos o promover foros de debate y participación ciudadana en torno a la biodiversidad, que permitan implementar modelos de desarrollo y convivencia que garanticen su conservación.

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